martes, 1 de septiembre de 2015

No más de dos

Lo que estoy escribiendo, pienso según lo escribo que es fruto de mi fantasía, que nunca ha ocurrido.
Pero aun así lo voy a contar, por si alguno de mis compañeros de entonces lee esta misiva, se acuerda de este acontecimiento y es capaz de corregirlo en todo o en parte, circunstancia que yo agradeceré.

Esto ocurrió en el curso académico 1965-66, Universidad laboral de Cordoba, colegio Juan de Mena, aula 2ª J, comenzábamos segundo de oficialía en la rama de mecánica , especialidad "modelos y fundición"; asistíamos a clase del Sr. Barrada, profesor de "formación del espíritu nacional" llamada por nosotros "política".
Aquel día el Sr. Barrada inicio´ la clase explicando lo que era la" democracia". Este profesor tenia fama de ser un hueso duro y por tanto temido por nosotros pobres
  becarios. Se contaba que algún alumno había perdido la beca por no aprobar esta asignatura, considerada una de las tres marías, esas que hoy no se las da mucha importancia pero antaño y en aquella situación precaria ¡¡había que tomarselo muy en serio!! 

Después de exponer los pros y los contras de ese sistema de gobierno, que según el tenia mas defectos que virtudes, muy solemne se dirigió a nosotros de esta manera…

-A partir de lo que he contado quien me puede responder a la siguiente pregunta..  ¿cuándo y en que circunstancias se puede dar un sistema democrático real?

Se produjo tal silencio que no se escuchaba ni el volar de un mosquito, nadie se atrevía a soltar prenda ….

Para ganar méritos, en un segundo pensé decir algo imaginativo y ademas con cierto sentido.
Pelín nervioso, no se me ocurrió otra cosa que decir…      - Creo que la democracia en estado puro, se da cuando solo conviven en esa supuesta sociedad dos individuos, cuando son tres o mas de tres la democracia tal y como Ud. la ha explicado seria una utopia,y había que llamarla de otra manera, todo menos democracia.

Terminada mi corta pero clara contestación, algún compañero me miraba sorprendido por mi audacia, otros observaban la actitud del profesor, la mayoría tenia la mirada puesta en el pupitre esperando un desenlace catastrófico...

Hasta que la voz clara y contundente del Sr. Barrada resonó en el aula, sin ningún comentario a mi respuesta y sin ninguna aclaración, pero si, con un escueto pero significativo 

-¿Como se llama Ud.?

Aquel inicio de interrogatorio me dejo con cierta inquietud y desasosiego, esperaba lo peor, como mínimo   un expediente disciplinario o algo parecido en pago a mi osadía, pensando que me estaba bien merecido por haber apostado todo y todo haberlo perdido ¡¡Por pasarme de listo!!…..

Pero ¡¡ oh!! sorpresas de la vida, no ocurrió así, lo siguiente que me dijo después de tomar nota de mi nombre y los dos apellidos fue :"Puede guardar el libro en la maleta y dejarle en casa,- tiene Ud. aprobado todo el curso de esta asignatura-.

Han pasado muchos años de aquel acontecimiento y ahora en la distancia lo que aquel día no entendí, ahora francamente lo veo y lo vivo con mas claridad.

     Abril 1983     "de las cosas pasadas"


     Alberto gallo

2 comentarios:

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  2. El profesor Barrada fue el personaje más controvertido de cuantos conocimos en la ULC, y también el más culto, crítico, exigente consigo mismo y con los demás, tenaz y meritorio. Puesto en cuestión por el 50% de los profesores, curas y alumnos del centro, contó con el privilegio de ser sinceramente admirado hasta la veneración por el otro 50%, sin que ello comportara necesariamente el seguimiento de la ideología que profesaba. Me confieso uno de esos admiradores del profesor y carismático señor Barrada, pero nunca participé de su ideología.

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